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| Un Momento de Descanso en la Cornisa |
¡Hola a todos! Hoy quiero hablarles de una de las aves que más he visto por aquí, en Manta. Se trata de esta palomita que seguro han visto en sus tejados o jardines. No es la típica paloma gris a la que estamos acostumbrados; es una especie mucho más especial y local.
Su nombre es paloma de la oreja (Zenaida auriculata), y su nombre científico es tan curioso como ella. El auriculata se debe a esa mancha oscura que tiene justo detrás del ojo, que parece una pequeña "oreja". ¿Es de aquí?
Un Ave Nacida en AméricaUna de las cosas que más me sorprendió al investigar es que esta paloma sí es nativa de Sudamérica, incluyendo todo nuestro país. A diferencia de las palomas bravías que vemos en los parques (las grises y blancas), la paloma de la oreja es una especie que ha sido parte de nuestro ecosistema por mucho tiempo, y se ha adaptado perfectamente a vivir cerca de nosotros.
Esto es importante porque, al ser nativa, su presencia es una señal de que nuestro entorno aún tiene espacio para la vida silvestre local.
¿Cómo nos beneficia?
Aunque no lo parezca, estas aves tienen un trabajo muy importante:
* Jardineras aladas: La paloma de la oreja es una gran dispersora de semillas. Cuando se alimentan de plantas, transportan esas semillas a otros lugares, ayudando a que nuevas plantas crezcan. ¡Son como jardineras que vuelan!
* Indicadores del entorno: Ver a esta especie es un buen indicador de que tenemos un ecosistema urbano relativamente sano, que puede sostener a la fauna local.
Así que la próxima vez que veas una, tómate un momento para apreciarla. Es nuestra forma de convivir con la naturaleza, y una prueba de que aún hay un lugar para ella en la ciudad.
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