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| El Visitante Inesperado |
A veces, la misma criatura puede lucir muy diferente dependiendo de cómo la mires. Hoy les comparto otra foto de la famosa mosca de botella verde (Lucilia sericata) que he estado viendo por mi patio.
A simple vista, parece tener un color más amarillento o verdoso claro, ¿verdad? ¡Y no es que haya cambiado de color! La magia de la naturaleza, y de la fotografía, nos permite verla de una manera diferente. ¿Por qué se ve diferente en esta foto?
* La luz lo cambia todo: La principal razón es la iluminación. La luz que incide en el cuerpo de la mosca se refleja de manera distinta. Los colores iridiscentes de su cuerpo (es decir, que cambian de color según el ángulo) se ven afectados por la dirección y la intensidad de la luz solar. En este caso, es probable que la luz no sea tan directa como en la primera foto, o que el ángulo desde el que tomé la foto haya capturado un reflejo diferente de su exoesqueleto.
* El ángulo de la foto: En esta imagen, la mosca parece estar en una posición ligeramente diferente, mostrando un área de su abdomen que refleja más los tonos amarillos o verdosos. Es como ver una joya desde distintos ángulos; su brillo y color pueden variar dramáticamente.
A través de estas fotos, me he dado cuenta de que incluso el insecto más común tiene su propia belleza camaleónica. Solo hace falta detenerse un momento para observarlo y apreciar cómo la luz y el ángulo pueden revelar una nueva y fascinante faceta. Es un buen recordatorio de que siempre hay más de lo que se ve a simple vista.
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